El punto muerto, ¿amigo o enemigo?

La situación de Paula es asfixiante, sus acreedores la persiguen, el banco no responde, al arrendador se le está acabando la paciencia y todo tiene visos de haber llegado a un punto sin retorno.

La culpa es de la crisis, dicen casi todos, y no les falta razón, pero Paula sabe que a pesar de todo, ella pudo haber hecho más de lo que hizo para salvar la situación.

El secreto está en vigilar el punto muerto, en no perder nunca de vista el volumen mínimo de ingresos necesario para cubrir gastos para evitar entrar en pérdidas. En anticiparse y tomar decisiones por desagradables que resulten antes de que las ventas caigan y el margen que nos quede no sea capaz de sostener la estructura de la empresa.

     Cifra de ventas                                             ¿ €
-       Aprovisionamientos                                                 
=   Margen bruto        
-       Gastos generales de estructura                               
=    Beneficio de explotación                              0 €

Cuando el negocio va viento en popa, al margen bruto le caben todos los gastos, no hay problema para contratar a más personal, aumentar el presupuesto de marketing, redecorar la oficina o incluso comprar un coche de marca premium para que el director comercial pasee el prestigio de la empresa.

     Cifra de ventas                                     5.000.000 €
-       Aprovisionamientos                              -3.750.000 €
=   Margen bruto                                          1.250.000 €
-       Gastos generales de estructura              -900.000 €
=    Beneficio de explotación                          350.000 €

Pero cuando las ventas descienden, el margen bruto se estrecha, y lo va haciendo hasta que en él no caben todas esas cosas que año tras año habíamos ido incorporando y que ahora parece que no podemos vivir sin ellas.

Cuando Paula fue consciente de que había llegado esta situación, su primera decisión fue la de esperar, fruto de esa tendencia que tenemos todos a aplazar las decisiones que no queremos tomar. Aquí es donde ella sabe que comenzó a equivocarse.

     Cifra de ventas                                     4.250.000 €
-       Aprovisionamientos                              -3.400.000 €
=   Margen bruto                                             850.000 €
-       Gastos generales de estructura              -900.000 €
=    Beneficio de explotación                           -50.000 €

Visto que la situación no mejoraba su siguiente decisión fue eliminar aquellos gastos que ella consideró superficiales y prescindibles: recorte en el presupuesto de marketing, las plazas de garaje alquiladas, no renovar contratos de trabajadores temporales y un largo etc.

     Cifra de ventas                                     4.250.000 €
-       Aprovisionamientos                              -3.400.000 €
=   Margen bruto                                             850.000 €
-       Gastos generales de estructura              -760.500 €
=    Beneficio de explotación                            89.500 €

Con esta decisión Paula se sintió a gusto, creyó haber hecho lo que tenía que hacer. Pero la crisis es perseverante y la volvió a poner a prueba haciendo que perdiera margen a través de la caída de los precios.

     Cifra de ventas                                     3.500.000 €
-       Aprovisionamientos                              -2.800.000 €
=   Margen bruto                                             700.000 €
-       Gastos generales de estructura              -760.500 €
=    Beneficio de explotación                           -60.500 €


Otra vez vuelta a empezar, los números no salían, las previsiones de ventas no eran halagüeñas y lo más preocupante es que ya había recortado todos los gastos de los que podía prescindir. La única solución viable que quedaba entonces era una reforma estructural profunda, es decir, adaptar la dimensión de la empresa a la nueva realidad pero claro, esto suponía una reducción drástica de personal, cambiarse a otra oficina más pequeña y dejar de participar en algunos proyectos en los estaba muy ilusionada.

Y aquí es donde ella sabe que estuvo su gran error. ¿Cómo iba a despedir a parte del personal si para ella eran casi como su familia?, ¿cómo iba a cambiarse de oficina con lo que le había costado el acondicionamiento y la decoración de esta?, en definitiva, ¿cómo iba a reducir el tamaño de una empresa que ella misma había hecho crecer poniendo toda su ilusión y esfuerzo, renunciando a su vida personal y familiar?

Ante la indecisión, no hizo nada con la esperanza de que la situación mejorara sola, que las ventas volvieran a aumentar y las cifras se reequilibraran. Pero el tiempo pasa, las facturas y las nóminas hay que pagarlas y, si no llega el dinero, la única solución es pedirlo prestado para cubrir el déficit.

El problema de la deuda es que hay que devolverla y cuando mes a mes se va acumulando y el milagro no llega, cada vez es más difícil mantener en pie el castillo de naipes. Continuas renegociaciones con los bancos para prestamizar pólizas de crédito y solicitar periodos de carencia, solicitud reiterada de aplazamientos a Hacienda y la Seguridad Social, retrasos en los pagos de las nóminas, la vida de Paula se ha convertido en el número de un malabarista que juega con un fuego que va aumentando su llama.

Ahora se ha dado cuenta de que está en un punto sin retorno, aunque el milagro llegara, el margen bruto tendría que ser lo suficientemente amplio como para cubrir, no sólo los gastos de estructura, sino todos los compromisos que se han aplazado. Por lo tanto, las ventas tendrían que duplicarse a corto plazo, y eso, Paula sabe, que es imposible.

Y es que, tomar decisiones para reducir la estructura y redimensionar la empresa a la mitad de lo que era, no es nada fácil, supone enfrentarse a tomar decisiones que seguro no serán bienvenidas, supone quedarse sólo en una batalla donde los aliados se vuelven en contra. Lo normal es quedarse paralizado y esperar, el resultado, nefasto.

  

Joaquín Puerta

El libro El secreto parainterpretar balances de un vistazo” contiene numerosas historias como la de Paula a través de las cuales podrás desarrollar la habilidad de descubrir todo lo que esconden las empresas a través de sus cuentas y lo convertirás en tu ventaja competitiva.

   
                                                       Desde La Casa del libro de Zarazoza. Gracias Nuria.

Foto cabecera: Mike Fernwood

Se busca interesado en el IVA de caja


Lo miro, lo remiro, pregunto aquí, pregunto allá pero, por más que le doy vueltas, no veo claro lo del IVA de caja. Años y años reivindicando algo que parece de sentido común y por fin ve la luz un sistema que nos ha dejado fríos a todos.

 ¿Qué es el IVA de caja?

El sistema que permitirá a las empresas ingresar el IVA en Hacienda cuando se cobren las ventas o prestaciones de servicios en lugar de hacerlo, como ahora, cuando se expiden las facturas, independientemente de cuándo se cobren.

¿Quién puede acogerse al nuevo régimen especial de IVA de caja?

El sistema es voluntario y podrán acogerse, pymes y autónomos en régimen general de IVA cuyo volumen de negocio en el año anterior haya sido inferior a 2 millones de euros. Quedan excluidos los que cobren en efectivo a un  mismo cliente más de 100.000 euros.

¿A qué nos obliga?

  • A tratar con el mismo criterio las facturas de compra y gasto, es decir, no podremos deducir su IVA hasta que no las hayamos pagado.
  • A llevar un estricto control de las fechas de cobro y pago de cada una de las facturas, incluso cuando se abonen parcialmente en varias veces.
  • A consignar en cada cobro y pago el instrumento que se ha utilizado para hacerlo efectivo.
  • A obligar a nuestros clientes y proveedores a llevar el mismo control que nosotros con respecto a nuestras facturas, aunque ellos no estén acogidos a este régimen.
  • A declarar de forma separada todas estas operaciones en la declaración anual de operaciones con terceros (modelo 347) indicando el volumen de negocio mantenido con cada cliente y proveedor especificando operaciones realizadas, operaciones cobradas/pagadas y el instrumento utilizado para hacerlas efectivas.
  • A ingresar, pese a todo, el IVA devengado cuando a 31 de diciembre del ejercicio posterior aún no se hubiese cobrado todavía.
  • A consignar en todas las facturas que expidamos la mención “régimen especial del criterio de caja” para informar a nuestros clientes del tratamiento que deben darle a ese IVA.

¿Qué hay que ganar?

Supongamos una empresa que esté pensando en acogerse a este criterio de caja. Volumen de negocio de 1.000.000 €, tipo general de IVA, compras y gastos con IVA deducible 500.000 €.

                        1.000.000         21%     210.000
                          500.000                      105.000
IVA anual a ingresar                105.000

Supongamos también que su periodo medio de cobro a clientes, menos el tiempo que tarda en pagar a sus proveedores es de 65 días y que se financia al 5%, mismo tipo legal del dinero que Hacienda aplica a los aplazamientos que concede.

            IVA a financiar                                      105.000 €
            Periodo neto de financiación                   65 días
            Tipo de interés                                              5%
            Coste de la financiación                      947,92 €

Acogiéndose al régimen especial del criterio de caja, esta empresa se ahorraría 947,92 € cada año.

¿Qué tenemos que perder?

El coste de un importante incremento de la gestión administrativa que supone tener que llevar una doble contabilidad en el IVA, una con el criterio del devengo, como se venía haciendo hasta ahora, y otra con el criterio de caja.

Además, obligaré a mis clientes a llevar también una doble contabilidad del IVA con respecto a las operaciones que realicen conmigo, aunque ellos no estuvieran acogidos al criterio de caja, lo que les generará no pocas molestias que podrían llevar a dificultar la relación con ellos, sobre todo con las empresas grandes.

¿Qué decisión tomo?

Evaluando ventajas e inconvenientes, por más que lo miro, veo más a perder que a ganar. Simplemente el coste de gestión ya es superior a la cantidad que me ahorro y, todo ello, sin contar con el grave perjuicio que puede causar el hecho de importunar a mis clientes, especialmente a las grandes empresas, por obligarles a asumir a ellos un coste de gestión innecesario.

No obstante, cada cual tendrá que hacer sus números pero, en estas condiciones será complicado encontrar alguna pyme que verdaderamente le interese acogerse a este sistema. Hubiera sido mucho más sencillo y efectivo adoptar cualquier medida encaminada a hacer cumplir la Leyde lucha contra la morosidad o flexibilizar las condiciones para recuperar el IVA de las facturas impagadas.

Desde luego, ni esto es lo que se pedía, ni esto es lo que nos prometieron.
  
Joaquín Puerta para villaviciosadigital.es

¿Estás desaprovechad@?

Un escapulario de la Virgen del Carmen adorna su cuello. Pelo negro recogido en un moño, jersey holgado de cuello alto y falda hasta los pies. Hermosura que pasa desapercibida tras una estampa  que parece salida del NO-DO.

Cada mañana en un lugar, cada día un reto para ganarse el pan y cada venta un paso más para conseguirlo. Así es su vida, de mercadillo en mercadillo, de tenderete en tenderete y siempre a la sombra.

A cada propuesta, su marido la mira buscando aprobación y ella, con un gesto casi imperceptible, asiente o deniega la operación.

Parece estar a los suyo, pero no se le escapa detalle. Nunca usó ordenador, ni hojas de Excel y mucho menos Google Apps. Para manejar a la perfección los precios, márgenes, descuentos o rappel por volumen, sólo necesita mirar a los ojos para hacer las cuentas y saber si la propuesta es sincera.

Antes de hacer caja, ya sabe cuánto hay, cuánto género se ha quedado sin vender y cuanto tendrán que comprar al iniciar la jornada de mañana

Quizá lo tengamos al lado y no lo vemos, quizá seamos nosotros mismos y nos damos cuenta, pero si nos detenemos un solo minuto, podremos ver a nuestro alrededor gran cantidad de talento que se desaprovecha en la sombra.

Cambiaría mi fortuna por un ápice de su astucia. Si el domingo que viene vas al rastro y la ves, dile de mi parte que la admiro.


Joaquín Puerta


A ¡Estás desaprovechado!, Óscar Sánchez, Ed. Libros de Cabecera, libro que te da las pautas para orientar tu idea, propone ejemplos de negocios a emprender y aporta entrevistas y testimonios de emprendedores que se han salido con la suya. 
  
Foto: AlejoVega 

Te paso el inquilino moroso

Mi amigo David no tiene un pelo de tonto, es más, actúa de una forma muy inteligente, no en vano, vive de las rentas dedicándose a gestionar un patrimonio inmobiliario que él mismo creó.

Cuando la España en la que todos nos fiábamos de todos se convirtió en un sálvese quien pueda, David quiso poner un pie en la cautela a raíz de un par de malas experiencias que le hicieron perder un buen dinero, pero que le sirvieron de lección, una lección de esas que entran con sangre y no dejan que la mancha se borre.


Todo empezó cuando el inquilino de uno de sus locales dejó de pagarle. Unos meses de aviso y tras ellos el inicio de un procedimiento judicial. El inquilino se defendió como pudo, logrando retrasar lo inevitable, el desahucio. David hizo cuentas, no sólo estuvo quince meses sin cobrar, si no que los gastos que tuvo que asumir hizo ascender la cifra a un total de dos años de falta de ingresos. Si esto se repetía con los otros locales y viviendas que gestiona, supondría, sin duda alguna, la ruina segura.

David conocía el secreto para interpretar balances de vistazo, a partir de entonces se dedicó a pedir a cada posible inquilino de los locales, además de las garantías habituales, las cuentas de la empresa con el fin de comprobar su solvencia. Algunos se extrañaban, otros incluso de ofendían, pero como dice él, el que no quiere dármelos es que tiene algo que esconder, entonces no me interesa.

Cotejaba los balances que le daban con los que obtenía del Registro Mercantil para comprobar su veracidad y coherencia y, tras ello en un momento veía si esa empresa tendría desde un principio dificultades para pagar, de este modo evitó no pocos problemas que podrían haber sido fatales.

Visto el éxito de su actuación, dio un paso más y también quiso evitar los mismos problemas con los inquilinos de las viviendas a los cuales desde hacía tiempo les pedía acreditar la solvencia mediante la exhibición de las nóminas. Un contrato indefinido y una nómina aceptable eran antaño garantía suficiente para asegurarse el cobro del alquiler durante la vida del contrato, sin embargo, hoy en día, eso es papel mojado porque el contrato indefinido se convierte en finiquito con una facilidad pasmosa.

Así las cosas y avanzadas las negociaciones con un posible inquilino, a David se le ocurrió la genial idea revisar los balances de la empresa para la que trabajaba aquel sujeto y rápidamente se dio cuenta de que las posibilidades de que sus ingresos se redujeran o de que la carta de despido se cruzara en su vida eran bastante altas, lo cual implicaría el impago de las cuotas de alquiler y el problema entonces se trasladaría a David.

Me cuenta lo fácil que es detectar nóminas falsas que le han presentado al no ser coherente su importe anualizado con la cifra de gastos de personal de la cuenta de pérdidas y ganancias, o que la empresa lleva sin actividad varios años, o simplemente que la falta de solvencia hace peligrar los puestos de trabajo que mantiene.

Con todo, ni David, ni nadie está libre de que las cosas se tuerzan, pero él mismo se sorprende de lo sencillo que le ha sido aprender a interpretar las cuentas de las empresas y lo útil que le está resultando y como él mismo dice, que el problema del impago, lo soporte otro.
  

Joaquín Puerta
El libro “El secreto para interpretar balances de un vistazo” contiene numerosas historias como la de David a través de las cuales podrás desarrollar la habilidad de mirar todo lo que hay en las empresas a través de sus cuentas y lo convertirás en tu ventaja competitiva.




Foto: Tony Fischer       

¿Quién se lleva tu esfuerzo?

Se colaba sin permiso en su cabeza y le invadía el pensamiento de cuando en cuando, era un sueño que siempre estaba ahí por más que intentaba huir de él.  Ella simplemente trataba de apartarlo de su mente porque sabía que era inalcanzable, sin embargo, a veces regresaba más para atormentarla que para hacerla soñar.

Desde la tranquilidad de su sofá Ainhoa hojea a menudo revistas de decoración y jardinería, vive sola, tiene un trabajo normal, un novio que va y viene, un viejo gato que la recibe cada noche y una obsesión que de tarde en tarde se entromete en la paz de su vida.

Pero esta vez puede ser diferente, calculadora en mano Ainhoa hace números gordos y siente en la punta de sus dedos la posibilidad de ejecutar el proyecto que, aunque no lo tiene plasmado en papel, se encuentra dibujado en su cabeza hasta el más mínimo detalle.

Albañiles, electricistas, materiales, jardinería total, 25.000 € le separan de instalar en su jardín una piscina para ella sola, con unas cristaleras para poder utilizarla todo el año en el momento que desee, y una gran tumbona para pasar largas tardes leyendo.

La sola idea de conseguir el dinero le echa para atrás, son muchos los gastos de cada mes y bastante hace con lograr ahorrar algún dinerillo de vez en cuando por si las cosas se ponen feas.

Pero esta vez puede ser distinto, un amigo ha abierto un bar y le ofrece la posibilidad de trabajar las tardes de los sábados y domingos. La idea de hipotecar todos sus fines de semana no le seduce pero, en poco más de un par de años, a los sumo tres, habrá reunido el dinero suficiente para hacer su proyecto realidad.

Las cifras encajan y los plazos aparentemente también, pero a Ainhoa se le olvida algo, los presupuestos que está manejando de la obra no incluyen el IVA, por lo habrá de sumarle el 21%, luego el coste de se le incrementa a 30.250 €

Es no es todo, el salario como camarera se integrará en su renta, se sumará al resto de los ingresos lo que hará subir su base imponible. Teniendo en cuenta que el tipo de renta mínimo es del 24%, es muy fácil que sumando esta fuente de ingresos se vaya a un tipo marginal del 30%, entonces para lograr los 30.250 €, aunque sea en varios años, necesitará ganar 43.200 €, los 12.950 € de diferencia, también son para Hacienda.

En definitiva, para conseguir el dinero necesario y llevar a cabo un proyecto de 25.000 €, Hacienda se lleva directamente 18.300 €, un 73% más sobre el coste del proyecto, y esto sin contar con el aumento de tributación que sufre el resto de su renta, la licencia de obras, otros tributos y tasas.


Por lo tanto, el dinero que necesitará ganar para hacer realidad su sueño de 25.000 €, será  de 43.200 €, o lo que es lo mismo, renunciar a todos sus fines de semana durante cinco años


 ¿Y si financia la obra a través de un préstamo bancario para poder disfrutarlo desde ahora? Pues bastante peor, a los impuestos habría que sumarle los intereses. Un préstamo a 5 años de los 43.200 euros necesarios, financiados al 7,5%, supone un sumatorio de intereses de 8.700 €, total 51.900 €, o lo que le supondría seis años trabajando todos los fines de semana, de los cuales, tres lo estará haciendo para Hacienda y para el banco.




Ahora Ainhoa ya tiene la decisión clara.


Joaquín Puerta


Feria del Libro de Madrid
Próximo viernes 13 de junio de 2014, de 19 a 21 h
Caseta nún. 27 - UDL distribuciones
Firma de ejemplares de "El secreto para interpretar balances de un vistazo"   ¡os espero!


Foto de cabecera: Juan Felipe Rubio





¿Cuánto ganas?. Te lo doblo.

Alejando Sánchez estaba acostumbrado a conseguir lo que quería. En realidad no sé muy bien cómo, pero se las arreglaba de tal manera que al final lograba embaucar a quien fuera necesario para salirse con la suya.

En aquella ocasión estaba a punto de conseguir un descuento adicional sobre el que le correspondía a los clientes de su categoría y todo ello porque se había trabajado, con lloros y lamentos, una penosa historia acerca de la situación económica de su empresa.

Invocaba los años de relaciones comerciales que les unían y se lamentaba contando que sus clientes llevaban años acosándoles para bajar los precios, que los costes de producción  les comían, que se había visto obligado a despedir gente, en definitiva, un panorama que enternecía al más duro negociador.

Pedro también estaba sentado en aquella mesa, no había dicho palabra en toda la reunión, al fin y al cabo aquella negociación le correspondía a su jefe, él sólo era un vendedor con la capacidad de negociación limitada.

Contempló la escena durante un buen rato, por alguna razón le pareció que el cliente estaba montando un numerito y su jefe se estaba tragando el anzuelo. Miró por la ventana y vio en las plazas del parking para las visitas un único vehículo aparcado, Porsche, matrícula HSM, sin duda debía de ser el de Alejandro.

Sin abrir la boca alargó el brazo y cogió el expediente que sostenía su jefe, lo abrió y saco las cuentas  del cliente. Lo que me temía, pensó.

En la cuenta de pérdidas y ganancias confirmó que el beneficio neto de su empresa había mermado, tal y como les estaba contando Alejandro, sin embargo vio que las ventas se mantenían estables, aumentaba el margen bruto y también aumentaban los  gastos generales de explotación. O no era cierta la historia que estaba contando, o había compensado los recortes que decía que se había visto obligado a hacer con un aumento de gastos en otras partidas, es decir en sus propias retribuciones, bien dinerarias, bien en especie. Pedro tomó la palabra:

- Alejandro, nos dices que la situación económica de tu empresa es lamentable debido a las presiones de tus clientes para reducir los precios, sin embargo tus cuentas nos hablan de un mantenimiento de la cifra de negocio y un aumento del margen. Nos estás pidiendo un descuento especial basándote en los duros recortes que te has visto obligado a hacer en los gastos de personal. Supongo que eso te ha funcionado con otros proveedores y ahora lo estás intentando con nosotros.

Su jefe se había quedado estupefacto, tenía la cara de aquel pardillo al que habían estado a punto de desplumarle. ¿Cómo sabes todo eso tan sólo con echarle un vistazo a las cuentas?

En la sala se hizo un silencio absoluto, un minuto es mucho, pero estoy seguro  de que nada se oyó durante ese tiempo, hasta que el cliente lo rompió dirigiendo se a Pedro y  dijo:

-¿Cuánto ganas?,... te lo doblo.


Joaquín Puerta
Consigue ya descubrir de un vistazo lo que esconden las empresas


Foto: order_242    

La princesa del Maravillas

La princesa de la casa se quedó sin reino. Y sucedió de un día para otro, sin verlo venir, sin imaginarlo. Apenas pudo despedirse de su mundo de uñas rosas y pocas preocupaciones.

Con puesto de frutas en el mercado de Maravillas, a su padre las cosas siempre habían ido bien, lo suficientemente bien como para poder darle a su única niña todos los caprichos. Pero el destino es despiadado y un mal día del mes de las flores pasó de despachar manzanas a quedar postrado en la cama a causa de un ictus severo.

La cuota de autónomos da para poco en estos casos y de los seguros sólo te puedes fiar si estás muerto y bien muerto, por lo que el mundo de colores de Marta se vino abajo en un abrir y cerrar de ojos.

Con veinte años y media carrera de Derecho se enfrentaba a un negocio con dos empleados del que no conocía ni siquiera el nombre de buena parte del género que allí se despachaba.

Aquello prometía desastre y así fue, un pequeño caos paliado parcialmente gracias a esos dos buenos colaboradores que llevaban al lado de su padre más de una década. Pero cuando las cosas se ponen feas es cuando sale a relucir la calidad de las personas, la pasta de la que están hechas más allá del barniz y el maquillaje que las recubren.

Chica lista, en sólo un par de meses se hizo con el control de la situación, y lo hizo a pulso. Catorce horas diarias en el puesto sin dejar de observar cada detalle. Productos, precios, márgenes, clientes y proveedores, ofertas especiales, vales descuento. Días agotadores y noches haciendo descubriendo el secreto de las cuentas y leyendo a Jordi Mas y Luis Lara en “Por qué unas tiendas venden y otras no”.

Control escrupuloso del coste de estructura, márgenes de contribución total y por referencia y cálculo del punto muerto para un beneficio requerido daban como resultado unas cifras de ventas semanales necesarias para cumplir con los objetivos.

No hizo falta mucho dinero para cambiar totalmente la imagen del puesto. Disposición de los productos, iluminación, detalles de decoración, aspecto del personal y una actitud proactiva orientada al cliente.

Enseguida se dio cuenta de que vender es ofrecer a cada persona lo que quiere comprar y como todo esfuerzo tiene su recompensa unos meses después de que el destino le pusiera en aquella situación, el puesto de Marta comenzó a ser uno de los más visitados del mercado y las cifras reales contabilizadas cada noche superaban con creces los propósitos marcados.

Ahora quiere ir más allá y está desarrollando una habilidad que le va permitir expandir su negocio, pero sabe que necesita aprender más, que el trabajo diario ha de ir acompañado de formación y la formación ha de tener un objetivo claro.

Hoy, la princesa de la casa reina en el mercado, la luz de su sonrisa brilla y te atrae hacia su puesto, una luz que te atrapa y hace que merezca la pena esperar turno. Si esta semana vas a la compra, la reconocerás sin que nadie te lo diga y cuando la veas a ella, piensa que detrás de su dulce mirada hay una mujer fuerte y tenaz, con madera de emprendedora, dispuesta a reinar en el mundo de los negocios.



Joaquín Puerta


Foto: marimoon

Amor de madre

Veinte meses en prisión le sirvieron para desear nunca volver. Al salir de la cárcel nadie lo tiene fácil y menos un tipo rondando los treinta que nunca trabajó, ni tuvo intención siquiera de hacerlo.

Una mujer enamorada y mellizas en camino obran milagros. Con los albañiles le puso más ganas de aprender el negocio que de echar paladas a la hormigonera y pronto vio que el dinero estaba en especializarse haciendo más rápido y mejor cualquier parte del proceso de la construcción.

Electricistas, fontaneros, escayolistas.... él desarrolló la habilidad de alicatar baños y cocinas en tiempo record y sin un sólo error. A destajo.

Fue cogiendo chavales dispuestos a dejarse la piel por dinero. Se quedaba con los mejores y formó dos cuadrillas de especialistas, dos cuadrillas de élite.

Llegó a facturar medio millón de euros en los años de bonanza, todo servicios. Pagando sueldos y gastos, le quedaba casi la mitad antes de impuestos. Un negocio redondo.

Pero las cosas han cambiado, ahora Paco tiene una tienda de baños. El negocio es diferente y la cuenta de resultados también, factura más, pero los gastos de estructura muerden los márgenes hasta dejar el beneficio en una sombra de lo que antaño fue.
Un negocio con una estructura rígida, donde los costes fijos tienen un peso determinante y se precisa un aporte importante de financiación, es mucho más sensible a los vaivenes del mercado. Si las ventas acompañan el beneficio se dispara, pero si flojean, el resultado se encamina a terreno negativo a velocidad de vértigo.
Atrás quedaron los tiempos de grandes márgenes, las cuentas de resultados que soportaban todo tipo de gastos sin resentirse. Atrás quedaron los tiempos donde cualquier empresa cabía en el mercado. La crisis golpea fuerte, pero Paco no tiene miedo porque sabe que en lo suyo, trabaja con ventaja.
Veinte meses hace veinte años. De aquello solamente queda un corazón con flores tatuado en su brazo derecho. Amor de madre.
 
Joaquín Puerta

El don de Dolores



Le pidió a Dios un hijo, pero el Señor había preferido concederle un don. Ni Lola, ni Lolita, ella siempre ha querido que le llamen Dolores. Ya desde bien chica sus tías le decían que tenía algo de bruja, que podía sentir cosas que el común de los mortales nunca seríamos capaces de apreciar.

Una vez me confesó que en ocasiones veía el aura de las personas y en la mirada de la gente descubría sus más profundos deseos. No sé si habrá algo de sobrenatural en todo esto, lo cierto es que su capacidad de observación siempre ha ido más allá de los detalles.

Con un carácter abierto, la generosidad sincera y su don, Dolores tiene unas dotes comerciales que hacen crecer como la espuma cualquier negocio que decida emprender. Es capaz de hablar por dos teléfonos a vez, de retener en su memoria la biografía de todo el que pasa por su vida, y sobre todo, domina la virtud de dar a cada uno lo que desea. Sin embargo, en lo que a administración se refiere, mi querida amiga es un auténtico desastre, incapaz de hacer y seguir cualquier planificación, de mantener una disciplina en gastos e inversiones. La gestión de su negocio es un auténtico caos y todo esto se refleja en sus cuentas.

La cifra de negocio continúa creciendo pese a la caída de ventas generalizada del mercado. El resultado es irregular, fruto de un descontrol en los gastos, las inversiones no responden a un plan sistemático y si nos fijamos en la deuda, veremos que está totalmente descontrolada. Mientras las ventas continúen al alza y se pueda defender el margen, el castillo de naipes se podrá mantener en pie, pero si el negocio desciende o hay problemas con los cobros, todo se vendrá abajo.

Pero esto a Dolores no le interesa saberlo, cada vez que se lo digo me promete que se ha propuesto cambiar, planificar y organizar la administración de su negocio en base a una disciplina. Sin embargo, sé que cuando desaparezco de su vista, la promesa, simplemente, se le olvida, su estilo de gestión es intuitivo y caótico.

Al fin y al cabo, siempre le ha ido bien así, ella confía en su suerte, pero nosotros sabemos que eso no es suficiente, que las tormentas llegan y hay que prepararse para ellas, que tenemos que conocer el comportamiento del barco en los distintos mares y eso sólo lo conseguiremos aprendiendo a mirar el cielo y las olas con ojos de lobo de marpara saber enderezar el rumbo de la nave manteniendo con firmeza el timón. Lo contrario, es navegar a la deriva.