La vida del pastor

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Vaya lección dio Javier, 52 años, pastor de cabras desde los 12, unas 8 horas diarias en el campo, siete días a la semana y los 365 días año, echa cuentas del tiempo que ha pasado solo a la intemperie en compañía de sus animales, leyendo y pensando.

Javier veía en su juventud como los de su generación abandonaban el pueblo en busca de una vida mejor. Ahora muchos de ellos vuelven desencantados de lo vivido.

-       Javier, ¿eres feliz?

-       Teniendo salud, la nevera llena, un trabajo que te distraiga y un euro en el bolsillo para tomarte un chato de vino con los amigos, no necesito nada más.

La sociedad en la que vivimos nos ciega y logra arrastrarnos, nos lleva a venerar unos valores basados en el tener por encima del ser, la apariencia por encima de la esencia, el resultado, dejamos de valorar lo que tenemos y nos ahogamos en la insatisfacción por lo que nos falta y nunca llegamos a colmar.

Emprendedor también es el inicia un negocio para disfrutar de lo que hace, que no pretende crecer, ganar cuota de mercado o llegar al top ten de algún ranking. Emprendedor también es aquel que goza de su propio proyecto de vida, que busca la satisfacción en los pequeños detalles y simplemente trata de ser un poco mejor cada día como profesional y, lo que es más importante, como persona.

Si teniendo lo que Javier necesita no somos capaces de ser felices, difícilmente podremos llegar a serlo. Ya sabes, “no es más rico el que más tiene, si no el que menos necesita”.

Publicado por Joaquín Puerta